lunes, 21 de mayo de 2018

EDUQUEMOS ECOLÓGICAMENTE

DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO
A LA ASOCIACIÓN ITALIANA DE MAESTROS CATÓLICOS
Sala Clementina
Viernes, 5 de enero de 2018

Queridos hermanos y hermanas:

Os doy la bienvenida a vosotros, representantes de la Asociación italiana de maestros católicos, con ocasión de vuestro congreso nacional y agradezco al presidente por sus palabras.

Quisiera proponeros tres puntos de reflexión y de compromiso: la cultura del encuentro, la alianza entre escuela y familia y la educación ecológica. Es también un aliento al hecho de hacer asociación.

El tercer aspecto que quiero subrayar es la educación ecológica (cf. Enc. Laudato si’ 209-215). Naturalmente no se trata solo de dar algunas nociones, que de todos modos hay que enseñar. Se trata de educar en un estilo de vida basado en la actitud de cuidado por nuestra casa común, que es la creación. Un estilo de vida que no sea demencial, que, es decir, por ejemplo, cuide a los animales en extinción, pero ignore los problemas de los ancianos; o que defienda la selva amazónica pero descuide los derechos de los trabajadores a un salario justo y así sucesivamente. Esto es demencia. La ecología en la que educar debe ser integral. Y, sobre todo, la educación debe tender al sentido de responsabilidad: no a transmitir eslóganes que otros deberían seguir, sino a suscitar el gusto de experimentar una ética ecológica partiendo de elecciones y gestos de la vida cotidiana. Un estilo de comportamiento que en la perspectiva cristiana encuentra sentido y motivación en la relación con Dios creador y redentor, con Jesucristo centro del cosmos y de la historia, con el Espíritu Santo fuente de armonía en la sinfonía de la creación.

En fin, queridos hermanos y hermanas, quiero añadir una palabra sobre el valor de ser y hacer asociación. Es un valor que no hay que dar por descontado, sino que hay que cultivar siempre y los momentos institucionales como el Congreso sirven para esto. Os insto a renovar la voluntad de ser y hacer asociación en la memoria de los principales inspiradores, en la lectura de las señales del tiempo y con la mirada abierta al horizonte social y cultural. No tengáis miedo de las diferencias y tampoco de los conflictos que normalmente hay en las asociaciones laicales; es normal que los haya, es normal. No los escondáis, sino afrontadlos con un estilo evangélico, en la búsqueda del verdadero bien de la asociación, valorado sobre la base de los principios estatuarios. El ser asociación es un valor y es una responsabilidad, que en este momento se ha confiado a vosotros. Con la ayuda de Dios y de los pastores de la Iglesia, estáis llamados a hacer fructificar este talento que se ha puesto en vuestras manos.

Gracias. Os agradezco por este encuentro y os bendigo de corazón a vosotros, a toda la asociación y vuestro trabajo. También vosotros, por favor, rezad por mí. ֍
Imagen: pinterest.com.mx